Así lo afirma el Premio Príncipe de Asturias de Ciencia y Tecnología 2008.
La nanotecnología servirá en poco tiempo para crear dispositivos electrónicos más eficientes, que consumirán entre 10 y 20 veces menos que los actuales, consiguiendo ahorrar energía entre un 90 y un 95 por ciento.
Esto es lo que defiende Sumio Iijima, premio Príncipe de Asturias de Ciencia y Tecnología de esta edición y descubridor de los nanotubos de carbono en 1991. Éstos, de minúsculo tamaño, son además ultrarresistentes, ligeros y flexibles y su aplicación puede darse para múltiples campos, con gran importancia en las TIC.
Iijima señala que “aunque aún es pronto para saber cómo se desarrollarán estas técnicas, la nanotecnología jugará un papel fundamental en el desarrollo de baterías más duraderas tanto para ordenadores portátiles como para teléfonos móviles, con menores emisiones de CO2”.
La previsiones del investigador y de la comunidad científica se dirigen a que en un lustro se podrán ver componentes eléctricos basados en esta tecnología que serán más flexibles y manejables. Lo cierto es que los nanomateriales se están poniendo de moda, pero no todos consideran que son beneficiosos para el entorno.